lunes, 23 de marzo de 2009

/ ESTRÉS, esa epidemia silenciosa.

Actualmente las personas se encuentran sometidas a exacerbadas tensiones permanentes, biológicas, sociales y psicoemocionales,

debidas a una constante confrontación en un mundo cambiante dominado por la competencia y la rentabilidad.

Además, esta evolución sociolaboral no ha sido siempre armónica, con frecuencia se logra en detrimento del equilibrio familiar que

antaño aportaba una compensación afectiva y un importante factor de estabilización.

El ser humano ve que su salud se encuentra hoy amenazada por su propia conducta, su forma de vivir y sus reacciones, pero también

por las exigencias cotidianas de la vida sociolaboral y por las dificultades que encuentra para adaptarse a ellas.

Hoy somos constantemente solicitados y agredidos por acciones de todo origen: la inseguridad del empleo, la competencia, la eficiencia, la rentabilidad; nos vemos acorralados y llevados al retroceso, sin poder huir ni batirse físicamente como lo haría un animal herido o como lo hacía el hombre prehistórico que fabricaba con sus propias manos los instrumentos para defenderse.

Ahora se lucha intelectual y psicoemocionalmente, aunque limitados a menudo por coacciones sociales de convivencia y/o conveniencia.

La mayoría de nosotros no reconoce lo estresantes que son muchos acontecimientos normales en nuestra vida. Los eventos no afectan por lo que son sí mismos, sino por lo que pensamos acerca de ellos.

La respuesta a la agresión biológica, social y psicoemocional que sufrimos depende mucho más de nuestra forma de interpretar y aceptar esa agresión, que de ella misma.

El estrés nos causa cada vez mayores dolencias pues, la agresión y las demandas de adaptación son tan frecuentes, que nuestras respuestas se tornan tardías e inapropiadas.

Somos responsables de nuestra propia salud y equilibrio mental y nos incumbe a nosotros mismos el adaptarnos mejor para sobrevivir con éxito en una sociedad en plena transformación.

La energía necesaria para adaptarnos a las nuevas circunstancias frecuentemente es acumulada, en vez de ser consumida físicamente de manera natural, resultando nociva para los diferentes órganos y el equilibrio psicológico y emocional.

El mecanismo natural del estrés es desviado; la respuesta ya no es más física y saludable sino sobre todo psicológica y emocional y eso es lo que resulta nuevo y devastador.

La transformación social es cada vez más rápida y los instrumentos de trabajo, de comunicación y de vida se ven modificados sin cesar.

De ello resulta una obligación frecuente de adaptación y de reconversión, y una tensión psicológica importante y responsable de un estado de estrés crónico.

Una persona se encuentra sometida al estrés crónico cuando la dosis de estrés acumulada supera el umbral óptimo de adaptación y su organismo empieza a manifestar señales de agotamiento.

El estrés crónico lleva consigo un agotamiento psicoemocional y glandular progresivo, responsable de las llamadas ENFERMEDADES DE ADAPTACION.

Quién llega a esta situación debe aprender, de manera urgente, a eliminar el estrés que ha acumulado en su cuerpo y a manejar herramientas psicoemocionales que le permitan adaptarse mejor a este mundo de cambios y ajustes permanentes.

Al no poder transformar a la sociedad y situarla en nuestro nivel humano, debemos obligatoriamente adaptarnos, actuando sobre nosotros mismos y especialmente sobre nuestra manera de interpretar lo que nos sucede.

El diario vivir se transforma así en un permanente aprendizaje que nos impulsa a redefinir cotidianamente nuestros puntos de vista respecto del mundo que nos rodea y las personas con quienes compartimos esta tierra.

Mi formación estuvo centrada en las áreas del comportamiento y desde 1989 he dictado cursos y entrenamientos específicos para resolver los problemas del estrés, los efectos de la ansiedad y el pánico.

En los últimos años he trabajado en perfeccionar distintos productos de mi autoría para el abordaje de diferentes temáticas de gestión del estrés y el manejo emocional.

Repasando este material, sobre la problemática del estrés que he compilado en todos estos años, pensé en las miles de personas que están siendo severamente afectadas por los efectos de esta terrible enfermedad silenciosa que es el ESTRÉS y que no podrían acceder a esta información que, sin dudas, sería valiosa para orientarlos en el manejo de su estrés personal. Por ello decidí editar este blog y ponerlo a disposición de quienes lo necesiten.

Seguramente tú tendrás en tu círculo inmediato familiar, laboral o estudiantil a muchas personas, cuya salud te interesa y preocupa, Te pido que compartas con ellas estos contenidos sobre las causas y los efectos del estrés y la ansiedad, para que sepan que su vida puede cambiar radicalmente a partir de la información que contiene este resumen.

Te agradezco la atención que le has de prestar a mi publicación y la difusión que puedas hacer de la misma.

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